La Administración Municipal hizo reconocimiento a estas familias por culminar un proceso de 12 meses en el que participaron en encuentros, charlas y talleres para generar redes de apoyo a la niñez.
Desde el año 2020, con esta estrategia se han beneficiado 3.759 hogares.
Los grupos familiares recibieron visitas domiciliarias y apoyo constante en fases como diagnóstico, acompañamiento y seguimiento.
120 familias de Medellín recibieron reconocimiento por culminar un proceso de acompañamiento y seguimiento, liderado por la Administración Distrital, que busca fortalecer la dinámica interna de cada hogar y que las niñas, niños y adolescentes vivan en entornos seguros y que accedan, junto a su núcleo familiar, a la oferta institucional en educación, empleo, cultura, entre otros.
Esta acción integral se extendió por 12 meses. En total, 396 personas fueron impactadas y transformaron sus vidas.
De esta manera, niñas, niños y adolescentes con derechos amenazados o vulnerados, víctimas de explotación sexual y comercial, trabajo infantil o que habitan en inquilinatos son priorizados y atendidos para fortalecer sus capacidades, y generar la apropiación de herramientas que les permitan sobrellevar las situaciones familiares con más facilidad.
“En la construcción de la Medellín Futuro nos preocupamos por el bienestar de las niñas, niños y adolescentes, por ello, adelantamos iniciativas encaminadas a protegerlos y a brindarles mejores oportunidades día a día. Estas familias que culminan con su proceso son un ejemplo para muchos otros núcleos familiares que están viviendo dificultades y que necesitan atención, por eso, invito a que nos alerten en los canales institucionales cuando se presenten vulneraciones de derechos a los menores de edad, para así actuar de inmediato”, indicó la subsecretaria de Grupos Poblacionales de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Dalgy Rico.
En la actual Administración Municipal, se han entregado herramientas de cuidado y se han fortalecido las dinámicas familiares de 3.759 hogares. Con encuentros, charlas y talleres en casa, se mejoró su relacionamiento interno y sus redes de apoyo.
El acompañamiento y seguimiento se realiza a través de visitas domiciliarias. El proceso contó con una fase de recepción y diagnóstico, otra de acompañamiento familiar, una etapa de cierre y una más de seguimiento. A su vez, se adelantaron intervenciones psicosociales y terapéuticas, así como atención a grupos familiares que habitan en inquilinatos.
Juan Camilo Tamayo, uno de los beneficiarios, aseguró que con este proceso logró comprender que a pesar de las diferencias, debe primar el respeto. Agregó que su relación familiar logró estabilidad y ahora viven con más armonía.
“En mi familia no sabíamos afrontar ciertos procesos; entonces buscamos ayuda profesional y aquí nos la brindaron. Nos ayudaron a socializar más, a resolver nuestros problemas como familia, a saber entendernos y a entender al otro, y a respetar nuestras ideas y decisiones”, dijo.
La activación de la ruta de atención y seguimiento familiar se realiza de manera anónima o formal. De acuerdo con la situación particular, se pueden activar mecanismos de protección, justicia o salud. Las personas que deseen presentar un caso, lo pueden hacer a través de la línea 123 Social o por medio del correo electrónico reportesninez@gmail.com.