El 80% de los médicos y trabajadores de la salud no tienen contrato permanente
La situación contrasta con los médicos, quienes desde la primera línea enfrentan la pandemia y han convertido los plantones y las cartas públicas en las únicas formas de protestas hacía un gobierno, que, según Herman Bayona, presidente del Colegio Médico de Bogotá, se niega a escucharlos y los ha olvidado mientras flexibiliza la cuarentena para sacar a flote la economía.
Herman Bayona : Desde que se dio inicio a la cuarentena vimos que hubo un retraso en la velocidad de contagio pero es absolutamente evidente que después del 11 de mayo, cuando se empezaron a hacer las exenciones y se flexibilizó las medidas de aislamiento, se ha incrementado de manera acelerada la tasa de contagio, el número de contagios y por supuesto la ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos. Pasamos además del 12 de mayo de un total de 12.272 casos a ahora 23 de junio a 77.113. Eso es más o menos 65 mil nuevos casos en un periodo menor al del inicio de la cuarentena.
En cuanto a los médicos, nosotros veníamos desde antes de la pandemia en una situación bastante difícil desde el punto de vista laboral. El 80% de los médicos y trabajadores de la salud están contratados mediante prestación de servicio pero además la mayoría de estos contratos no superan los 3-6 meses y en el mejor de los casos, un año. Se anunció muchísimas medidas económicas por parte del gobierno nacional para mejorar las condiciones del sistema de salud y de nosotros pero todo el dinero que ha girado se ha quedado en intermediarios, las EPS y las deudas que tenía el sistema de salud, pero no ha llegado a los hospitales y muchísimo menos a nosotros.
“El dinero del gobierno se queda en las EPS, no llega ni a los hospitales y menos a nosotros” – Las2orillas
MFP: Desde su trabajo y su experiencia personal ¿cómo ha sido enfrentar esta pandemia desde una sala de urgencias? ¿Cuál es el trajín diario?
H.B: Nosotros como médicos tenemos que asumir, y esto es importante entender, que todos los pacientes que llegan a urgencias, tengan o no síntomas de Covid-19, tenemos que asumirlos como positivos. Esto ha hecho que la atención de los pacientes tenga una carga mayor, que nos demoremos más en atenderlos y que los familiares tengan la sensación de que nosotros estamos inventando pacientes Covid y no se trata de eso. Una vez hacemos la evaluación clínica definimos si debemos hacerles o no una prueba.
Esa prueba desafortunadamente se está demorando muchísimos días. Mientras llega la prueba, estos pacientes deben estar aislados y esta es la razón por la cual los familiares de los pacientes en general están teniendo muchísimas quejas. Cuando llega la prueba y sabemos que no tiene covid-19 podemos quitarle el aislamiento y tener más facilidad en la relación con los pacientes y sus familiares.
Lo mismo nos pasa a nosotros. Cuando un paciente llega tenemos una situación de estrés muy grande y si además es sintomático respiratorio. Nosotros somos seres humanos y tenemos temor de contagiarnos pero no solo por nosotros mismos, sino por nuestra familia, nuestros compañeros y los pacientes que entran. Todos los días quitarse y ponerse el traje de bioseguridad es además un trabajo adicional. Esto en contraste no es reconocido por el gobierno que nos mantiene en unas condiciones laborales deplorables.
MFP: Los mitos que hay en estos momento es que los médicos y las clínicas se están haciendo una millonada sobre todo con el “cartel de COVID-19”. ¿Cómo se está viviendo el aspecto financiero desde adentro de las instituciones médicas?
H.B: La mayoría de las personas que están por prestación de servicios a partir del momento de la pandemia han tenido una disminución de sus ingresos. Incluso instituciones que a pesar de recibir ayuda del sistema privado, como la Cardio Infantil, decidieron disminuir la remuneración a todos los trabajadores, pero fundamentalmente a los médicos en más del 30%. Contrario a esto hemos aumentado la carga laboral, las jornadas son más extensas y aunque son menos pacientes, nos demanda un esfuerzo físico y mental mucho mayor.
Nosotros no nos estamos enriqueciendo, estamos arriesgando nuestras vidas y la situación económica viene cada vez empeorando. Yo no dudo que nuestro sistema de salud esté lleno de corrupción, como lo hemos visto desde que se promulgó la ley 100, pero no somos los médicos los que nos lucramos. Cuando el ministro hizo la aseveración del “cartel del covid”, las acciones violentas contra la misión médica aumentaron. El Colegio Médico de Bogotá y la Federación Médica de Colombia encontramos en una encuesta que cerca del 20% de los trabajadores habían tenido algún tipo de agresión o discriminación.
MFP: ¿Las mesas de negociación con el gobierno en qué quedaron? ¿Se volvieron a retomar?
H.B: En realidad lo que hacen es escucharnos, no nos hacen caso, no hay medidas… nunca pasa absolutamente nada. Nos podemos sentar mil veces pero encontramos oídos sordos a nuestras peticiones. De hecho había un reconocimiento al talento humano de la salud pero ni siquiera ese reconocimiento. Habían dicho que era para las personas que estaban atendiendo los pacientes Covid-19 y redujeron la cantidad a médicos y enfermeras y dejaron por fuera al resto de especialidades. Antes de hacer ese reconocimiento dijeron que lo iban a dejar para el punto pico pero no ha llegado nada.
MFP: Sobre los próximos días y el punto pico ¿ustedes qué llamado le hacen a la gente y al gobierno?
H.B: Lo primero que hay que decir es que las pandemias son tratadas por las medidas gubernamentales, a la enfermedad la tratamos los médicos. Cuando hablamos de pandemias, las trata en salud pública el estado como principal responsable. No se puede trasladar la responsabilidad estatal a la responsabilidad personal. Efectivamente como individuos debemos asumir una postura de autocuidado pero son fundamentales las políticas que se definan dentro de los gobiernos y consideramos en el caso del día sin IVA, una cosa absolutamente irresponsable por parte del gobierno y del comercio.
A la gente le pedimos que siga con las medidas de autocuidado, esto no es un juego, estamos viendo a la gente enferma y estamos viendo a la gente morirse en las UCI y esperamos que no se colapsen nuestros sistema de salud. Desafotundamente toda la cuarentena era con el ánimo de fortalecer la salud pública para que en el momento del punto pico tuviéramos suficiente capacidad de atención y creemos que todas esas medidas se quedaron en la mitad.
Todo el dinero quedó en las EPS que si se han fortalecido pero la clínicas, los hospitales y los trabajadores de salud seguimos empeorando nuestras condiciones y creemos que no estamos preparados, por eso pedimos al gobierno que evalúe sus medidas de flexibilización.