EPM, 65 años: una historia que juntos construimos

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  • La Empresa insignia de los antioqueños cumple 65 años de aportar al bienestar de la comunidad y al desarrollo del país 
  • Con EPM la ingeniería antioqueña logró grandes hitos en el suministro de servicios públicos con calidad, continuidad y cobertura 
  • La Organización avanza al futuro centrada en ocho focos estratégicos de gestión y bajo los mismos principios fundacionales

Contribuir a la armonía de la vida para un mundo mejor es el propósito superior de EPM, que este jueves 6 de agosto cumple 65 años de actividades. Un camino que ha construido de la mano de la comunidad para aportar a su calidad de vida y al desarrollo de los territorios en los que tiene presencia.

Esta historia comenzó el 6 de agosto de 1955, cuando a través del Acuerdo 58 fue creada las Empresas Públicas de Medellín y se agruparon en ella las entidades que hasta entonces prestaban los servicios públicos en la ciudad de manera independiente.

EPM nació en una etapa de grandes transformaciones y cambios sociales en el mundo y en su cuna Medellín. En la nueva Compañía se integraron los servicios de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica y telecomunicaciones. Con esto, se dio un impulso al desarrollo de la capital antioqueña, aportando de manera fundamental a su crecimiento.

Apuesta al desarrollo

En sus dos primeras décadas, entre 1955 y 1975, EPM centró sus esfuerzos en lograr que más familias tuvieran acceso a los

servicios públicos y, para ello, ideó su programa Habilitación Viviendas. En infraestructura, la Empresa consolidó el sistema de acueducto de Medellín, con proyectos tan importantes como el embalse La Fe y las plantas de potabilización La Ayurá y San Cristóbal y la ampliación de la planta Villahermosa, para atender el sur del área metropolitana del Valle de Aburrá y el occidente y la parte alta del centro-oriente de Medellín.

En los años 50 se contrató el primer estudio para evaluar la calidad del río Medellín y se comenzó a proyectar su saneamiento, lo que en el futuro permitiría convertirlo en uno de los ejes del transporte, la industrialización y los grandes eventos de ciudad.

En este período se puso en operación la primera etapa de la central de generación de energía Guatapé y el servicio telefónico extendió sus redes a los municipios de Bello, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella, Caldas, Rionegro y Copacabana, en un trabajo titánico para comunicar a los antioqueños.

En diciembre de 1967, EPM hizo a Medellín un regalo de luz, color y fantasía: los Alumbrados Navideños. Con el paso de los años, la monumental decoración se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad, que atrae cada año a miles de turistas y que se convierte en un maravilloso programa para compartir en familia.

Los Alumbrados Navideños nacieron en el centro de la capital antioqueña, en la antigua sede de EPM, en el Edificio Miguel de Aguinaga, en pleno corazón de Medellín. En sus inicios, eran cadenetas de bombillas de color amarillo, azul, rojo, verde y blanco, de 25 y 40 vatios. Paulatinamente, la ruta de la luz se fue ampliando a los principales parques, avenidas, fachadas de las iglesias y cerros hasta llegar al río. Hoy usan avanzadas tecnologías, son elaborados por artesanos en su mayoría madres cabeza de hogar y se han extendido a las regiones antioqueñas, con el concurso Encendamos la Alegría.

Siempre ahí, con la gente

Por 65 años EPM ha estado ahí, presente de manera permanente en la vida de millones de personas, transformando pequeños

instantes de cotidianidad en grandes experiencias, con la energía que mueve la economía, permite conservar los alimentos, cargar el celular o el computador; el gas que caliente el agua para la ducha y es fundamental para preparar esa deliciosa receta; el agua potable que es vida y la gestión de aguas residuales y residuos sólidos que son sinónimo de salud y bienestar.

Entre 1976 y 1995, EPM avanza en la prestación de sus servicios con calidad, continuidad y cobertura. La infraestructura de la Organización se amplía con la entrada en operación de la planta de potabilización Manantiales, que suministra el servicio de

acueducto al norte del área metropolitana del Valle de Aburrá, gracias al aprovechamiento múltiple del río Grande, con las centrales Niquía y La Tasajera, en la generación de energía. Estas obras son una demostración de la madurez de la ingeniería antioqueña.

En este lapso entra en operación la segunda etapa de la central Guatapé y la central Playas y es el inicio de la central Guadalupe IV. Se gesta la expansión del servicio de acueducto a veredas de Medellín, llevando agua potable a más familias.

Entre 1996 y 2015 se destacan la operación de las centrales de generación de energía Porce II y Porce III, la inauguración del Edificio EPM -un nuevo icono en la Medellín del futuro- y se conecta al primer cliente del gas natural por red, una familia del barrio Laureles.

EPM marca otro hito en Colombia, con la inauguración del parque eólico Jepírachi, ubicado en La Guajira, el primero de su tipo en Colombia y otra demostración más de su capacidad de innovación. Un verdadero laboratorio en las energías renovables no convencionales.

Innovación social

En el nuevo milenio, la Compañía marca un nuevo hito con la puesta en operación de la planta de tratamiento de aguas residuales San Fernando, ubicada en el municipio de Itagüí, un logro en ese propósito colectivo de cuidar el río Aburrá-Medellín. También se desarrollan y consolidan iniciativas innovadoras como Energía y Agua Prepago, Gas Sin Fronteras (gasoducto virtual para llegar a los municipios antioqueños), Antioquia Iluminada (electrificación rural) y el programa Aldeas, con el que se construyen viviendas para familias vulnerables con la madera madura de los embalses.

En 2005, en el corazón de Medellín, se abre la Biblioteca EPM, operada por la Fundación EPM, con una amplia colección para la consulta de la ciudadanía.

En este período también se desarrollan los pilotos de energía solar y se ofrecen iniciativas sociales como Paga a tu medida, y Somos, que promueve la cultura ciudadana y reconoce el buen comportamiento de clientes y usuarios.

Grupo EPM, más allá de las fronteras

La Organización arrancó en 2013 una etapa de grandes transformaciones, con la meta de convertirse en una empresa multilatina. En este período se consolidó como un grupo empresarial (Grupo EPM), con presencia en varias regiones de Colombia y en México, Guatemala, El Salvador, Panamá y Chile.

En 2017, EPM entrega en operación comercial Nueva Esperanza, una moderna infraestructura energética que contribuyó a fortalecer el Sistema de Transmisión Nacional (SIN) y que beneficia a 12 millones de habitantes de los departamentos de Cundinamarca (incluida Bogotá), Meta, Guaviare y el Norte del Tolima. Además de la confiabilidad energética, Nueva Esperanza recuperó para los colombianos una parte de su patrimonio cultural, gracias a uno de los rescates arqueológicos más importantes hechos en Colombia, que permitió ampliar el conocimiento sobre las culturas aborígenes precolombinas del altiplano cundiboyacense.

Entre 2015 y 2020, se dan importantes avances para el bienestar de la comunidad, como el desarrollo de la estrategia de movilidad sostenible, con la apertura de más puntos de tanqueo de gas natural vehicular (GNV) y de Ecoestaciones para la carga de vehículos eléctricos; los tanques de agua potable ubicados en diversos puntos de Medellín se abren para el disfrute de la comunidad con la construcción de las Unidades de Vida Articulada (UVA) para el compartir, la cultura y la educación ciudadana y se inicia el primer piloto de un parque solar flotante en Colombia y se lanza la oferta de paneles solares.

Pruebas que dejan enseñanzas

En su historia, EPM también ha tenido que enfrentar importantes desafíos, como la indisponibilidad de las centrales Guatapé y Playas, que gracias al empuje de la Organización hoy operan de manera renovada.

La prueba más compleja en estos 65 años de historia llegó el 28 de abril de 2018, cuando se presentó la contingencia en el proyecto hidroeléctrico Ituango, debido a la obstrucción en el túnel auxiliar de desviación. En ese momento, la obra avanzaba en cumplimiento de cronograma y presupuesto y se preparaba para entrar a operar las primeras unidades de generación en diciembre del mismo año. Hoy, en plena pandemia del coronavirus (COVID-19), EPM ha logrado disminuir los riesgos para las comunidades ubicadas aguas abajo de la presa, cuidar el ambiente y recuperar técnicamente el proyecto.

Otro avance importante en el cuidado del río Aburrá-Medellín se dio en 2019, con la entrada en operación de la planta de tratamiento Aguas Claras, localizada en el municipio de Bello, al norte del Valle de Aburrá. Entre las plantas de tratamiento San Fernando y Aguas Claras se evita que lleguen al río más de 140 toneladas diarias de materia orgánica.

En 2020, la Empresa fue la adjudicataria para operar CaribeMar, uno de los dos procesos de subasta en los que fueron separados los mercados de Electricaribe por parte del Gobierno Nacional. Con ello, el Grupo EPM se convertirá, cuando el Gobierno Nacional concluya la entrega, en el nuevo operador del servicio de energía eléctrica en los departamentos de Bolívar, Cesar, Córdoba y Sucre, una oportunidad para crecer con sostenibilidad y aportar al desarrollo de la Región Caribe colombiana.

Mirada al futuro

EPM, elegida como la empresa del siglo XX en Colombia, continúa su evolución para responder a las necesidades de la comunidad. En este cuatrienio la Empresa se concentra en ocho focos estratégicos:

  1. Servicios de futuro, Ciudades Inteligentes y 4RI
  2. Ciudad / Región
  3. Crecimiento/Gestión de portafolio
  4. Beneficios socioeconómicos de los servicios públicos
  5. Optimización de operaciones
  6. Proyecto hidroeléctrico Ituango
  7. CaribeMar
  8. Evolución cultural

Con los valores que le dieron origen, EPM continúa su camino, en un recorrido en el que avanza de la mano de la gente. La Empresa se proyecta con su compromiso renovado con la comunidad, con vocación de servicio y con la meta de continuar construyendo futuro.

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