La pandemia del coronavius nos sitúa ante una experiencia inédita tanto a nivel colectivo como individual. El confinamiento implica que muchos de nosotros nos encontramos de repente ante la perspectiva de pasar el próximo mes en un espacio limitado y cerrado, acompañados únicamente de nuestro núcleo familiar más próximo. La mayoría no contamos con referentes reales que nos sirvan para saber cómo comportarnos en este tipo circunstancias, lo que aumenta la incertidumbre que ocasiona esta crisis.
En estos días que vienen nos daremos cuenta que el hogar familiar “no es un campo de rosas” El hogar ha dejado de ser un espacio de bienestar, calma y tranquilidad. Ahora también es un espacio de competición, y por tanto de tensiones. Se compite porque ambos miembros de la pareja valoran su carrera profesional; o por ver quién dedica más tiempo al cuidado de los hijos.
Pero lo más triste de todos esto es que la guerra crece en nuestra patria y acá todos santos donde los malos son los otros, como aquel periodista que apuñalan y señalan a otro porque sabes que es mejor que tú en la labor que llevas tantos años sin aprender aun , esa es otra historia , el cuento es que un conflicto que ha durado bastantes años ; tanto dentro de los departamentos como en el mundo político se sabía la difícil relación entre los de izquierda y derecha ahora se hacen los sabios donde cuando Petro estaba en monte veía crecer la Coca y Uribe cuando llego a presidencia seguía creciendo ese mal , donde ambos sabe que debe combatirla.
La cuestión es rico desde twitter decir y echarle la culpa a los demás y decir que el traquetismo, que el glifosato, que la erradicación la culpa acá es de todos, necesitamos mirar como ayudarnos, la gente, enseñándoles otra labor que no sea la sembrar coca o marihuana donde el problema de los otros gobiernos es que se le trae su plática a nuestras regiones pero ellos no se dan cuentan que los muertos los damos nosotros.
Hagamos una tregua donde nos sentemos todos y miremos conjuntamente lo de los niños que pelean, después comparten sus juguetes, aprendamos donde ojala lleguemos a diciembre donde la única muerte que llegue sea la de acabar el hambre y la falta de oportunidades. Por: Caucaextremo.com