investigación internacional sobre lavado de dinero conocida como FinCEN Files

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El Espectador le explica la investigación internacional sobre lavado de dinero conocida como FinCEN Files Y cómo bancos internacionales y Gobiernos se hacen los de la vista gorda cuando ven pasar por sus canales transacciones sospechosas

Es miércoles, día de El Espectador le explica. Ya han pasado nueve semanas desde que comenzamos este interesante ejercicio de escuchar sus peticiones, los temas que quieren que trabajemos en este boletín de noticias y, sobre todo, de establecer una relación un poco más cercana en medio de este distanciamiento al que nos obligó la pandemia.

Y aunque para hoy teníamos planeado explicar un tema muy puntual solicitado por ustedes, les pedimos excusas porque hicimos un cambio de última hora debido a una serie de entregas que publicamos en El Espectador después de que nuestro equipo de investigación, junto con otros 400 periodistas internacionales en 88 países con ese mismo foco liderados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, le siguieron la pista al papel que han jugado los bancos en el lavado de dinero en todo el mundo.​​​​​​​

La investigación reveló más de $2 billones de dólares en transacciones bancarias sospechosas, contemplando que las entidades encargadas de hacer y ejercer la regulación no han logrado su objetivo. La pregunta directa es: ¿Los bancos y los gobiernos se están haciendo los de la vista gorda? Se trata de responsabilidades que debe asumir quienes ven pasar el dinero por sus sistemas y de quienes se espera total transparencia, sin embargo esta gigantesca investigación conocida como FinCEN Files encontró que JP Morgan movió dinero para empresas vinculadas a miembros del crimen organizado y al aliado clave del expresidente ucraniano Viktor Yanukovych; el Deutsche Bank liquidó miles de millones en transacciones para clientes anónimos del Danske Bank Estonia, a pesar de las preocupaciones de lavado de dinero; Standard Chartered procesó pagos de caridad para clientes de Arab Bank a pesar de posibles vínculos con el financiamiento del terrorismo y HSBC movió dinero para presuntos lavadores y estafadores mientras estaban en libertad condicional por la autoridades estadounidenses.

Y sí, un comportamiento común también quedó en evidencia: todos estos bancos negaron haber actuado mal,  nos relatan en este video producido, precisamente, por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

Pero, ¿qué es lo que sucede en realidad? Por un lado, existen fisuras en las operaciones de comercio, por otro un exceso de normas ineficientes, pero también quedó en evidencia que “existen acciones premeditadas de mirar hacia otro lado y dejar pasar”. La realidad es que, en últimas y aunque suene lamentable, mover dinero sospechoso “es rentable”.​​​​​​​ 

En este primer texto, al que les recomiendo entrar porque aparece todo el detalle de esta primera parte de la investigación, contamos cómo comenzó esta búsqueda de información y cómo llegó a las manos del primer equipo periodístico: “Las transacciones sospechosas revisadas, conocidas como SAR en inglés, son sólo una muestra de las realizadas por bancos de Estados Unidos a la Unidad de Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro norteamericano (FINCEN), entre 1999 y 2017. BuzzFeed News compartió los archivos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y la alianza El EspectadorCONNECTAS analizó la información relacionada con Colombia”.

​​​​​​​☞ Cinco bancos globales–JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon– continuaron beneficiándose de poderosos y peligrosos personajes incluso después de que las autoridades de Estados Unidos multaran a estas mismas instituciones financieras por anteriores fallos a la hora de contener los flujos de dinero negro.​​​​​​​​​​​​​​
El hallazgo periodístico es tan evidente en sus resultados que probó cómo​​​​​​​ JP Morgan, el gran banco de Estados Unidos que lleva la batuta del sistema financiero en ese país,​​​​​​​ “movió dinero para personas y sociedades ligadas al saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania”.

Pero, para entender mejor todo esto y cómo funciona el sistema antilavado en los bancos, les recomendamos leer este texto que sigue a continuación, donde recordamos la creación de la lista Clinton, las primeras conversaciones de los banqueros colombianos para conocer sus clientes en un país golpeado por el narcotráfico y el terrorismo, y en qué está el país en este momento, con figuras como la Unidad de Información y Análisis Financiero, UIAF; la creación del GAFISUD, el Grupo de Acción Financiera de Sudamérica, hoy llamado GAFILAT; las debilidades del SARLAF y más. Les dejo este mensaje del Departamento de Estado de Estados Unidos en marzo de 2019: “Colombia tiene uno de los sistemas antilavado de activos más rigurosos de América Latina, pero el lavado de dinero existe en toda su economía, especialmente en el producto del tráfico de drogas, la minería ilegal, la extorsión y la ‘corrupción’. También les contamos, un poco más abajo en este relato, cómo el mercado del arte ha sido uno de los medios utilizados para lavar dinero de la corrupción:

Alerta roja. Así funciona el sistema antilavado en los bancos 20 septiembre 2020

Arte sin rastro: ¿un Botero en Odebrecht? 21 septiembre 2020

Una conclusión que llama la atención de la regulación en Colombia: “El sistema de control del lavado de activos en Colombia acumula un buen número de regulaciones y muchas siglas que aún no logran un control suficiente. Falta información para conocer el beneficiario final de las operaciones, también mayores intercambios internacionales y análisis de información cruzados con sus pares en otros países”.

El negocio del oro es otro que pierde brillo cuando se divulgan este tipo de investigaciones. Por ejemplo, de acuerdo con este texto publicado el pasado 21 de septiembre, la comercializadora de oro CIJ Gutiérrez encontró en un procedimiento que le habilitó Bancolombia para el manejo de efectivo, la fórmula idónea para ocultar la huella del dinero. El contexto es importante, por eso hay que traer a este boletín un antecedente: CIJ Gutiérrez se encuentra hoy en la mira de la Fiscalía de Colombia, que desde el año anterior anunció la detención de varios de sus directivos y algunos de sus proveedores por pertenecer a una supuesta red que lavó cerca de 2,4 billones de pesos a través de empresas fantasma, proveedores cuestionados o personas inexistentes.

Otro negocio con muchas manchas es el del fútbol. ¿Recuerdan a Luis Bedoya, el visible representante del fútbol nacional que incluso llegó a ostentar la presidencia de la Federación Colombiana de Fútbol? Pues la investigación encontró que “una veintena de millonarios depósitos se hicieron desde la Conmebol a cuentas personales del entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, en Andorra y Estados Unidos”. Dentro de la investigación conocida como Fifagate, el mismo Bedoya reveló que tenía una cuenta secreta en Suiza, exclusiva para recibir las coimas, y la vació para devolver una porción de los sobornos consignados como parte de su negociación: US$2,7 millones. Todo lo que se encontró en la alianza informativa  ​​​​​​​aparece compilado en este texto, al que también les recomendamos entrar para poder entender “los pases millonarios de la Conmebol a Bedoya”.
☞ 0,02% de los más de
12 millones de informes
de actividades sospechosas que las instituciones financieras cumplimentaron entre 2011 y 2017 representan The FinCEN Files.
Así que lo que hay por contar es prácticamente todo.

​​​​​​​☞ 0,02% de los más de12 millones de informesde actividades sospechosas que las instituciones financieras cumplimentaron entre 2011 y 2017 representan The FinCEN Files.Así que lo que hay por contar es prácticamente todo.
También aparecieron en estos expedientes nombres como Alex Saab y sus estructuras societarias en Panamá, Suiza o Hong Kong gracias a millonarios contratos que conseguía en Venezuela. O el de JJ Rendón, también bastante conocido en Colombia, asesor político y cuestionado por muchas de sus prácticas, precisamente políticas, y los resultados que lograba cuando las aplicaba. Las gordas transacciones asociadas a estos nombres estuvieron en el foco de los investigadores estadounidenses y esto fue lo que se encontró:
Un huracán de dinero de Alex Saab se formó sobre Antigua20 septiembre 2020
Transacciones de J. J. Rendón levantaron alerta en EE.UU.20 septiembre 2020
El mundo del deporte, más precisamente el del fútbol internacional, donde los millones de dólares van de aquí para allá y de allá para acá en las grandes arcas empresariales de los traspasos, puso sobre la mesa un nombre que llamó la atención: Javier Mascherano. Sí, el varias veces capitán del Barcelona de España y jugador emblemático de la selección de Argentina. La razón: actividades sospechosas de la sociedad offshore Alenda Investments Ltd, registrada por Mascherano en las islas Vírgenes Británicas.  La historia completa contada por un equipo de periodistas de La Nación, aparece en este texto que también publicó El Espectador.​​​​​​​ Al radar llegó la colombiana María Clemencia Pérez, esposa de Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol. Además de esposos, dice el documento escrito en grupo por ABC Color, El Espectador y CONNECTAS, “María Clemencia Pérez y Nicolás Leoz resultaron buenos socios e hicieron de sus finanzas un tablero rentable”. ABC Color informó en 2015 que “en ese momento ambos acumulaban unos 3 mil inmuebles, identificados con base en información de Registros Públicos y Catastro”.

Con un extenso relato sobre movimientos que vinculan a Pérez, ella fue clara en responderle a esta alianza informativa: “Tampoco he sido investigada por la justicia de Colombia, Estados Unidos o Paraguay por algún hecho o acto vinculado y/o relacionado con el caso judicial de público conocimiento denominado Fifagate, o por ningún otro”. Y tiene razón, en Colombia, la Fiscalía avanza a paso lento para buscar los coletazos del Fifagate y la realidad es que María Clemencia Pérez no es investigada en este país.

A pesar de ello, es importante rescatar que dentro de los argumentos que llamaron la atención aparece, por ejemplo, que “el único nombre colombiano en el SAR del Deutsche Bank Trust Company Americas fue el de María Clemencia Pérez de Leoz por una transacción de US$83.674 y cuatro cheques pagaderos a su nombre por US$300 mil, enviados entre mayo y agosto de 2013 desde un banco en Paraguay. El dinero pasó por los sistemas financieros de Suiza y EE.UU. a través del banco corresponsal del DBTCA, BSI de Suiza y el Wachovia Bank en Nueva York”. Por eso, para entender mejor esta historia, recomendamos leer completa esta publicación titulada: Nicolás Leoz y María Clemencia Pérez: un matrimonio rentable.
Ha sido un resumen claro, lo que se encontró en esta investigación conocida como FinCEN Files donde también aparece Colombia, como ya lo relatamos más arriba, en medio de una muestra de cómo uno de los grandes trampolines que potencian la corrupción en el mundo es el lavado de dinero, el mismo que muchos bancos prefieren no ver. 
Por: Edwin Bohórquez Gerente Digital de El Espectador​​​​​​​
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