Río crecido
Colombia es tema de recurrencia diaria en Venezuela. Por ejemplo, ayer la presidenta de la subcomisión de fronteras de la Asamblea Nacional, diputada Karim Vera, alertó al mundo por la grave situación a la que se están exponiendo venezolanos que en su afán por llegar a Colombia, exponen sus vidas al cruzar el río Táchira y así alcanzar la libertad. La dirigente explicó que debido a las recientes lluvias caídas en el estado, el río que separa a Venezuela de Colombia ha crecido, “aun así, ese no ha sido impedimento para que los caminantes se arriesguen y lo crucen. La desesperación, el hambre y la miseria, tristemente los motiva a tomar un enorme riesgo”. “La dictadura se niega a aceptar que son los únicos responsables de lo que está ocurriendo en los pasos irregulares de San Antonio… Recientemente, por el tema de la gasolina, en Táchira han implementado innumerables planes fracasados que perjudican sólo al ciudadano común porque ya vimos como para actos del PSUV sí hay transporte y no hay chip que cuente”.
Alerta temprana
Se acerca ya diciembre y no solo la pandemia del covid-19 tiene prendidas las alarmas en las regiones, también otros riesgos propios del fin de año. Por ejemplo, en el Valle del Cauca ya la Gobernación expidió un decreto mediante el cual se les solicita a los alcaldes tomar medidas frente al uso de la pólvora. La norma pide a los 42 mandatarios locales adoptar medidas como la prohibición de producción, comercialización, almacenamiento y manipulación de pólvora. “Les estamos solicitando a los alcaldes que no permitan el usos o fabricación de elementos fabricados con fósforo blanco u otras sustancias que produzcan detonación o explosión, consideradas de grave amenaza para la integridad física y la vida de las personas, en especial de los menores de edad”, señaló Camilo Murcia Lozano, secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle.
Pirotecnia en crisis
Lo cierto es que la industria de la pirotecnia ha sido una de las más golpeadas por la pandemia. Como se informó en esta Sección semanas atrás, muchas empresas formales y familiares se quedaron prácticamente sin ingresos porque en medio de la cuarentena todos los festejos municipales (cliente principal del gremio) se aplazaron. De igual manera, ante la necesidad de priorizar el gasto en la emergencia sanitaria, los rubros de muchas entidades públicas y privadas para contratar este tipo de espectáculos se anularon. El impacto es muy fuerte ya que, según la Federación Nacional de Pirotécnicos, en Colombia esta industria genera más de 8.000 empleos directos, los cuales son fuente de ingreso y sustento de más de 25.000 personas. Obviamente con las restricciones para aglomeraciones y la necesidad del distanciamiento social, las ventas del gremio a particulares este fin de año se verán reducidas sustancialmente.
Campaña 2020
Precisamente por ello la referida Federación lanzó una campaña “#SomosTradición”, #SomosArte #SomosAlegría”, con el fin de relievar que el gremio siempre ha hecho parte de las fiestas típicas en Colombia. “Hemos acompañado los momentos más felices de nuestros pueblos y por eso en momentos en que debemos estar #Juntos, Celebraremos de nuevo con responsabilidad”, señala la campaña. Incluso los empresarios del sector recuerdan que la pirotecnia en Colombia es legal gracias a la Ley 670 de 2001 y el decreto 4481 de 2006 que la reglamenta. Recalcan que en 2002, la Corte Constitucional emitió la sentencia C-790 para aclarar cualquier interpretación incorrecta de la Ley de 2001, ante una predisposición de los alcaldes nacionales y municipales de emitir decretos de prohibición. El alto tribunal estableció que los alcaldes sólo podían regular la actividad, mas no prohibirla. Por: El Nuevo Siglo