Un triunfo de la izquierda comunista es responsabilidad de quienes nos han gobernado y han conducido al país a la situación de desespero que también vivió Venezuela hasta que ese pueblo, aún advertido del peligro, se fue en estampida y arrasó con la democracia eligiendo a Chávez. Cuando el pueblo explota, nadie conduce y en esas aguas turbulentas, tratan de pescar los anarquistas y extremistas y la gente es la que pierde al ver cómo se esfuma una democracia en medio de la incertidumbre y el caos. Petro sabe eso y se conoce el catecismo comunista paso por paso para atornillarse en el poder. No nos cansaremos de advertirle a la gente, pero es urgente un mea culpa de la dirigencia nacional para asumir posiciones claras y concretas en contra de los defraudadores del fisco, de los corruptos a quienes nada les pasa.
¿Cuáles fueron las medidas tomadas cuando la gente colocó en el bando dirigencial 11.6 millones de votos para acabar con la corrupción?
¿Qué leyes aprobó el congreso de la república para satisfacer las aspiraciones de la gente?
Como quedaron faltando unos votos más para hacer obligatoria esa petición, los dirigentes han burlado hasta el cansancio esas exigencias y Duque no apremió al congreso para la aprobación de leyes enderezadas a meter a la cárcel a los ladrones de cuello blanco y evitar una “estampida electoral” en la cual la sociedad se suicida, pero da el salto, para acabar hasta con el “Nido de la perra” como dice la gente y pese al llamado de varios senadores honestos que han alertado sobre el peligro de esta hora colombiana.
Hay un ambiente enrarecido no propicio a las propuestas sino a las recriminaciones y acusaciones, la desfiguración de la verdad, que desaparece en el fragor de los debates, hábilmente manejados para que las gentes piensen que, contra Gustavo Petro, hay conjura para enlodar su reputación.
Sobre el tapete, a menos de cinco días para elecciones, Petro, Federico y/o Rodolfo emergen como los más seguros triunfadores, en tanto que Fajardo desapareció de las encuestas. Lo grave es que Petro sea la figura relevante desde hace meses, porque ello evidencia que lo advertido sobre su nombre y el peligro que encierra, es toda una amenaza que gravita sobre Colombia a partir de este domingo.
No soy enemigo de las propuestas de izquierda, pero soy un defensor definido del modelo económico de libre mercado, del emprendimiento, la libertad de empresa, la libertad de expresión y todo camino construido legalmente para resolver el conflicto social, mediante los procesos de la política y eso no es lo que representa Petro en el actual debate electoral. Los colombianos debemos saber la distancia entre las propuestas de Petro y los desarrollos sociales de los gobiernos de izquierda en Europa
De sus intervenciones y propuestas le he escuchado a Petro varias veces que aspira a ejercer el gobierno varios períodos para redondear una tarea completa y, sabiendo la restricción constitucional, entonces está pensando en otra de sus propuestas si sale elegido presidente y es convocar una Asamblea Constituyente, la cual, a imagen y semejanza de otros países, le dará poderes absolutos que es lo que a estos tipos les gusta y ahí sí, ya para que chistar si el que se oponga lo meten a la cárcel como enemigo del régimen. Lo mismo de Venezuela y los venezolanos asilados en Colombia es lo que más nos advierten.
Otra de sus propuestas es que inmediatamente sea presidente, prohibirá la explotación petrolífera y, antes de que le pregunten qué hará con los desempleados de este sector, dice que el Estado debe ser el primer empleador. Tiene en la cabeza el modelo de Chávez y Maduro, pero los jóvenes que no saben lo que está diciendo, ni lo que está pasando en Venezuela, no ven peligro alguno y cuando pierdan el cine, los parches en heladerías y discotecas, el carro de papá y todo lo demás, ya será demasiado tarde y ¡ay! del que salga a protestar como en la primera línea, porque Petro sabe como organizarla y también cómo reprimirla.
Las últimas cifras de Rodolfo son muy cercanas a Fico, pero pienso que es lo que le conviene a Petro, y por ello lo ambienta a la sombra, porque sabe que Fico convoca al resto de colombianos, pero no el santandereano por su procacidad, aunque diga verdades sobre la corrupción que a él también lo ronda.
Si las gentes reflexionaran en lo que dijo Petro, que hay que desembalsar Hidroituango, que esa plata ya se perdió,no le darían un voto por tamaña irresponsabilidad.
¿Se imaginan la debacle de EPM donde eso ocurra?
¿Y, qué pasaría con la prestación de los servicios públicos en Medellín y el Área Metropolitana?
¿En serio, Petro piensa en gobernar a Colombia o, en descuadernarla?
Ingrid, por su condición de mujer, de víctima del secuestro execrable de que fue objeto, por su reconocimiento internacional, por su trayectoria política nacional, era la llamada a ser presidenta, pero sus equivocaciones la perdieron: reventó al equipo de la Esperanza y enfrentó a Gaviria y a Fajardo, antes de abandonar el barco, ya había mostrado cierto desagradecimiento con Uribe que la liberó y, al cabo de las quinientas, cuando ya no había protagonismo político del expresidente, se fue a dialogar con él y termina respaldando a Rodolfo, verdadero despilfarro de mujer, llamada a una mayor relevancia nacional.
En todas las campañas hay corruptos, de manera que esa no es la consideración fundamental para escoger candidato, pues al fin de cuentas, todos prometen combatirla, menos Petro, quien para rematar propuso el perdón social para todos los corruptos de Colombia, a cambio del respaldo político de esos delincuentes.
Por todo lo anterior, es necesario Pensar para Votar. Considero que no toda la gente joven es de izquierda, ni es cierto que la juventud sea mayoría, pues el país ha venido envejeciendo y los adultos tienen mayores alcances intelectuales para reflexionar en los intereses de la nación y saber el peligro de una decisión producto de la rabia o la inmadurez. No piense después, piense primero y vote por el futuro de la democracia. Yo voto por FICO.