Colombia sesiona por primera vez como miembro del Consejo de DD. HH. de la ONU, reafirmando su postura por la dignificación de las personas migrantes

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“Para Colombia es un honor estar hoy sentada como miembro, por primera vez en su historia, del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas. Habiendo participado activamente en su diseño a principios de este siglo, ya era hora de participar de manera contundente en el foro multilateral que aborda una temática determinante para el gobierno del presidente Gustavo Petro”.

Con estas palabras la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia Torres, empezó su intervención en el 58° Periodo de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra (Suiza).

“Ser parte del Consejo de Derechos Humanos nos da la oportunidad de ratificar nuestra profunda convicción en el multilateralismo como el vehículo del diálogo idóneo para afrontar los desafíos globales que hoy observamos y de los que quiero hablarles el día de hoy”, agregó.

La canciller sentó la posición del país en uno de los temas más complejos del mundo actual: la migración, insistiendo en la necesidad de no estigmatizar la situación de quienes buscan una nueva vida más allá de las fronteras de sus países de origen, por no encontrar allí oportunidades de estudio y trabajo.

“En todos los rincones del mundo el trato a los y las migrantes se debe regir por los estándares internacionales de derechos humanos. Ser migrante no es ser un criminal”, enfatizó.

Asimismo, la jefa de la diplomacia colombiana propuso ante el Consejo medidas que impidan que el discurso que considera a los migrantes como criminales se convierta en la base de las políticas migratorias y que, por el contrario, convierta el discurso de los derechos humanos en una realidad para quienes viven esa situación.

La canciller Sarabia presentó el ejemplo de Colombia en materia migratoria, afirmando que a pesar de los múltiples desafíos “hemos optado por diseñar una política de integración, regulación e inclusión de la población migrante”, y dijo que la base del éxito de dicha política es “reconocer que los y las migrantes tienen dignidad y que sus derechos humanos deben ser irrestrictamente respetados, sin importar su situación legal”.

La alta funcionaria recalcó que, en los últimos cinco años, Colombia ha regularizado a más de 2,5 millones de extranjeros que residen en el territorio nacional. “Gracias a este esfuerzo, hemos asegurado que los migrantes tengan acceso a servicios esenciales como salud, educación, empleo y seguridad social”, afirmó.

Por último, la ministra se refirió a otro de los desafíos en materia de derechos humanos que enfrenta la humanidad: la crisis climática. En este sentido, expuso que Colombia buscará que el Consejo reconozca que “la protección de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables y marginadas está ligada a medidas eficaces de mitigación y adaptación, que deben garantizar tanto la justicia climática como la dignidad humana”.

Cabe recordar que el país fue elegido el 9 d​e octubre de 2024 como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas con una votación de 175 votos a favor, para ocupar una de las 47 sillas del órgano multilateral encargado del fortalecimiento, la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo.

Desde enero de 2025 y por los siguientes tres años, Colombia hará parte de las deliberaciones y debates más importantes a escala mundial en materia de derechos humanos, y deberá participar activamente en los periodos ordinarios y en las sesiones especiales que se convoquen.

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