Por: Orlando Arenas Tamayo
Estos tiempos de pandemia nos permiten, entendiendo a Depak Chopra sobre las crisis, una gran oportunidad de replantear todas nuestras acciones ciudadanas para preguntarnos qué nos está pasando porque vemos al gobierno dictando disposiciones, orientadas a nuestro juicio, a paliar los efectos de la parálisis y el aislamiento que poco a poco van acabando con la industria, el comercio y los servicios, mientras los bancos, forrados en dinero y con recursos que les gira el Estado para que alivien a las pequeñas empresas y a sus propios acreedores, no rebajan las tasas de interés en reciprocidad y solidaridad con el pueblo colombiano. Además, el Banco de la República les había bajado las tasas en el mes de marzo, precisamente para bajar el interés. Las denuncias de algunos congresistas no parece importarles y me pregunto si el presidente Duque será capaz de poner en cintura a los banqueros sin prestigio entre la gente.. El pueblo votó contra la corrupción y ni el congreso ni el ejecutivo han sido claros en combatirla y lo que vemos es que se disparó a límites insoportables, no se dieron por enterados.
Hay congresistas muy buenos y personalmente escuche intervenciones como la del senador Juan Felipe Lemos y otros sobre el tema de Bancos pero la pregunta que me hago es cuál es el poder político de nuestros congresistas que no tienen relevancia ante el poder central y sus posiciones se vuelven un saludo a la bandera.
Este país no funciona pero nada pasa y mientras tanto la gente desespera.Por otro lado, no han servido nunca las llamadas IAS (procuraduria, Fiscalía y Contraloría) para investigar, condenar y hacer pagar a los responsables de la corrupción nunca en Colombia y menos ahora.El tema de escándalo ahora es la corrupción con los contratos de toda laya que se vienen entregando a firmas y empresas de dudosa procedencia para la adquisición de bienes y servicios para combatir la pandemia o para las necesidades del sector público, aprovechando la emergencia que les permite a alcaldes y funcionarios asignar a dedo para que el Estado tenga que pagar artículos de cuatro mil pesos a precios cuatro o cinco veces superiores. Señor presidente, la gente sospecha que nada pasará.
Los ciudadanos oyen todos los días al presidente y sus ministros hablar de las medidas para llevar ayudas a las gentes más necesitadas pero siento pesar por las gentes humildes y necesitadas de verdad, aquellas que no están en las listas de alcaldes, concejales o gobernadores, pues nadie les lleva nada.
Dónde están los controles para evitar la rapiña de las alimañas?
Los ciudadanos en Colombia son ahora una excelente levadura para construir un país nuevo, con otra clase dirigente, porque la actual fracasó en los odios, las discriminaciones y la corrupción a izquierda y derecha.