Múltiples casos se han dado en el mundo, y como no, recientemente en la política colombiana, en los cuales los llamados candidatos disruptivos terminan siendo los palos de una elección: ¿En Antioquia será también este el caso?
Por: 360 radio
Particularmente en Antioquia poco se ha dado, por no decir que no es nulo, el acontecimiento de que un candidato no perteneciente a una gran estructura política, o que tenga un reconocimiento individual por haber ocupado varios cargos, pueda ser viable electoralmente.
Curiosamente ha sucedido en el plano religioso, donde organizaciones de diversas creencias se han encargado en apoyar masivamente a sus candidatos y hacerlos diputados alcaldes, senadores o representantes a la Cámara de Representantes, pues reconocen en ellos que hay una disciplina, un orden y que pueden ser claves en una campaña.
Todos recordamos el caso de Rodolfo Hernández, el de JP; uno de los congresistas más votados en nuestro país. Como desconocer la labor de otros políticos dentro de las salas de centro-izquierda para llegar al Congreso. Esta elección era cerrada en la mayoría de los casos y lo hicieron a través de la cantidad de seguidores de sus redes sociales y participando masivamente en los medios de comunicación. Todos los esfuerzos económicos iban dirigidos a estas plataformas y mejorar la interacción con las demás personas.
En el caso de Antioquia en estas elecciones regionales, estamos observando como en la Alcaldía de Medellín y en la Gobernación, pero principalmente en esta última, el candidato Mauricio Tobón es quien rompe todas las tendencias digitales.
Tobón ha sido siempre un acucioso de las redes sociales, sistemas de información, Big Data y la analítica y ha puesto toda la carne en el asador para ser el nuevo gobernador de Antioquia de una manera independiente, lo cual ha generado que los líderes políticos del departamento sostienen que esto termina siendo un factor que lo perjudica porque explican a este cargo no solo se llega con un fenómeno de opinión.
Acá está el punto más interesante de todos, y es retomar lo ocurrido con Hernández el año anterior, pues el candidato presidencial obtuvo solo en Medellín más de 600.000 votos cuando no contaba con estructuras políticos y vino en menos de tres oportunidades a la ciudad.
Hoy la intención de voto para llegar a la Gobernación de Antioquia tiene un elemento, no solamente llamativo, sino determinante. Uno que solamente es analizado en los cuarteles políticos y no es visible para la opinión: se trata el voto en blanco o el no sabe, no responde. De manera que en un escenario que ha sido planteado por cuatro encuestas, hay un porcentaje superior al 35% de los antioqueños que no han tomado esa decisión y lo harán en los últimos días antes de las elecciones, termina siendo uno de los momentos más decisivos; y sin duda en estas épocas de la tecnología, la campaña de Tobón es una de las que pica en punta para volverse atractivo para este electorado.
La mayoría de jóvenes, que si bien quieren votar y que no pertenecen a partidos políticos y pueden estar en contra del Gobierno de Gustavo Petro, son esos los que están buscando candidatos rebeldes, quienes dicen lo impopular y no lo dicen la mayoría por miedo a perder un aliado o el temor de no saber cómo podrán reaccionar las demás personas.
Esta misma libertad y soledad con la que algunos ven a Tobón le permiten atraer distintos sectores de opinión. ¿Le alcanzará? Esa es la gran pregunta. Este candidato hace cuatro años logró más de 200.000 votos con una campaña, que según los expertos fue realizada a media máquina comparándola con la que viene haciendo en esta oportunidad. Y fuera de esto, en un escenario donde hay una lucha de poderes entre estructuras políticas similares y un porcentaje alto de indecisión, no queda nada más que pescar en río revuelto.
Ejemplos: Andrés Julián Rendón y Luis Fernando Suárez comparten un espectro político similar, no solamente se disputan un sufragio del segmento cuatro, cinco y seis muy concentrado en el área metropolitana, un voto muy fiel y juicioso. Esto les puede permitir autodestruyendo en este sector y permitir que esas diferencias se compensen en los otros municipios, donde las estructuras políticas pueden ser más fuertes. En estos lugares donde tienen alcaldes, concejales y líderes que logran hasta 10.000 votos, terminan compensando el déficit que tienen en allí.
En este caso, es donde a nivel electoral, Tobón tiene una oportunidad de oro, pues si logra considerar a nivel de opinión una gran oleada como la que acompañó a Rodolfo Hernández en las últimas semanas, que le permitan picar hacia la delantera y estar en la parrilla de tres, principalmente en la segunda posición, puede por muy pocos votos dar la sorpresa electoral en Antioquia.
Hoy los cálculos políticos en el departamento están repartidos de la siguiente manera: Andrés Julián Rendón con una estructura política importante está por encima de los 600.000 votos; Luis Fernando Suárez y Luis Pérez se encuentran en un rango de los 420.000 y 460.000, mientras que Mauricio Tobón gracias al fenómeno que está generando ya puede estar doblando su votación de hace cuatro años y estar peleando con el exgobernador y el candidato de Aníbal Gaviria.
En este particular, Pérez, Juan Diego Gómez y Julián Bedoya se ven entre ellos perjudicados por la cacería de sufragios en las regiones, lo cual termina siendo costosa para los candidatos, sobre todo en un departamento tan extenso como lo es Antioquia.
Las cargas políticas serán decisivas en esta elección si deciden tomar otro rumbo, pero de mantenerse las cosas como están y las tendencias que se están moviendo, Tobón puede estar en la recta final disputándose con Rendón la Gobernación de Antioquia.
Este sería un escenario que no tendría precedentes y podría ser muy atractivo para las otras fuerzas que se van quedando en el camino, y no quieren tener un mal final en estas elecciones que se realizarán el 29 de octubre.