El Departamento de Justicia de EEUU anuncia este jueves cargos contra funcionarios del régimen chavista, ligadas a crímenes de narcoterrorismo. Según el comunicado de la fiscalía, en la conferencia de prensa de las 11 (hora local, 15 GMT) se anunciarán.
El fiscal general, William Barr, señaló que la frontera entre Colombia y Venezuela ha sido tomada por las disidencias de las FARC bajo amparo de Nicolás Maduro. Por ello, acusó al régimen de tramar una conspiración con las FARC para “inundar a Estados Unidos de drogas”.
“Anunciamos cargos criminales contra Nicolás Maduro por llevar adelante, junto a sus principales lugartenientes, una sociedad narcoterroristas con las FARC por los últimos 20 años. El alcance y la magnitud de la droga traficada solo fue posible porque Maduro y las instituciones corruptas de Venezuela proveyeron protección política y militar para los crímenes de narcoterrorismo”, sostuvo Geoffrey Berman, fiscal federal del distrito sur de Nueva York.
“Este es solo el comienzo de nuestro esfuerzo para sacar de raiz la corrupción en Venezuela”, sostuvo por su parte Ariana Fajardo, fiscal federal para el sur de Florida.
El cuadro mostrado por el Departamento de Justicia en la conferencia de prensa muestra una recompensa de USD 15 millones por informaciones que lleven al arresto de Nicolás Maduro, así como otros USD 10 millones por otros cuatro funcionarios del régimen.
Entre otros funcionarios también se implicó a Maikel Moreno, presidente de la Corte Suprema, y Vladimir Padrino, ministro de Defensa, como principales actores del esquema criminal.
El senador republicano Marco Rubio había adelantado que el Departamento de Justicia planea presentar cargos “por narcoterrismo” contra el dictador Además, según la cadena CNN, EEUU desginará a Venezuela como un “estado patrocinador del terrorismo”, una categoría que solo es usada actualmente contra otros cuatro estados: Corea del Norte, Irán, Sudán y Siria.
El encausamiento de un jefe de Estado en funciones es sumamente inusual y seguramente agravará las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. No obstante, Washington no reconoce a Maduro como mandatario, y sí lo hace con Juan Guaidó como presidente encargado.
El Departamento de Estado ha manifestado en repetidas oportunidades sus acusaciones contra las presuntas actividades criminales del chavismo. En los últimos días, el régimen había reclamado el levantamiento de sanciones que pesan sobre la economía venezolana, en el marco de la pandemia de coronavirus, pero Estados Unidos no parece dar su brazo a torcer.
“¿Cómo sigue el régimen (de Venezuela) recibiendo dinero? Sabemos que este comportamiento es como si se tratara de un cartel. Es como en el pasado, cuando parece que lidera algo que se parece más a un cartel de drogas que a un gobierno”, aseveró en enero Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense. Además, advirtió: “El régimen de Irán, con su brazo armado Hezbollah, está en Venezuela y eso no es aceptable”.
En julio pasado, Washington incluyó al ex vicepresidente chavista Tareck El Aissami en su lista de más buscados por narcotráfico. El Servicio de Inmigración y Control de Aduana advirtió que “desempeña un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”. El funcionario de Maduro también es investigado por sus vínculos con el grupo terrorista Hezbollah.
Por su parte, Elliott Abrams, enviado especial de la Casa Blanca para Venezuela, ha manifestado su rechazo a los vínculos de Maduro con la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con las disidencias de las FARC. “La comunidad internacional debería estar muy preocupada por este peligroso apoyo (de Maduro) a los narcoterroristas”, alertó.