Expertos hablan sobre la medida anunciada por Uncoli

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Argumentan efectos negativos de estos dispositivos en el aprendizaje.

Por: Camilo Andrés Peña Castañeda

Padres de familia y estudiantes de 27 instituciones educativas privadas de Bogotá recibieron esta semana una comunicación de la Unión de Colegios Internacionales (Uncoli) informándoles que el uso de dispositivos móviles –incluidos celulares, relojes inteligentes y otros aparatos de uso personal– será restringido durante el horario escolar, incluso, en las rutas escolares.

La restricción aplica solamente a los colegios privados que conforman la asociación (Colegio Bilingüe Abraham Lincoln, Colegio Anglo Colombiano, Colegio Los Nogales, Colegio Santa María, entre otros), aunque hay casos de otros planteles que ya cuentan con medidas similares.

Ante esta decisión, el Ministerio de Educación reconoció la autonomía de los colegios e informó que antes de hacer extensiva la restricción en todo el país es necesario habilitar espacios de diálogo y concertación porque en ocasiones la tecnología sí es necesaria.

EL TIEMPO habló con Camilo Camargo, rector del Colegio Los Nogales y presidente de Uncoli, quien explica que la medida se tomó teniendo en cuenta la evidencia científica y las dinámicas propias observadas en los entornos educativos.

“Lo que vemos es que el celular es un distractor porque le entra una notificación al estudiante. Inclusive hay momentos cuando han entrado llamadas en la mitad de la clase y eso es un distractor grande. En horas de descanso, que tienen el uso permitido, hay mucha interacción mediada por el celular versus una interacción uno a uno”, asegura el rector a este diario.

En Los Nogales el uso de dispositivos móviles está restringido hasta sexto grado, y de ahí en adelante, los estudiantes pueden usar sus teléfonos inteligentes.

La medida acordada por Uncoli establece una restricción total del uso de estos dispositivos durante el horario escolar, extendiéndose esta medida, en principio, a las rutas escolares.

“Cada colegio asociado a Uncoli desarrollará y aplicará su propia política detallada respecto a esta restricción, ajustada a su contexto y necesidades particulares. No obstante, existe un consenso claro entre todos nosotros sobre el impacto negativo de los dispositivos móviles en el ambiente educativo y, sobre todo, en el bienestar de los estudiantes”, reza la comunicación de Uncoli.

Horacio Álvarez Marinelli, economista sénior en educación del Banco Mundial, celebró la medida:

“Yo, como papá, hubiera prohibido los celulares en los colegios hace cinco años. Ahora, con la evidencia científica, también. Hay un libro muy interesante del profesor Jonathan Haidt, de la Universidad de Nueva York, llamado The Anxious Generation (La generación ansiosa), que advierte que la cantidad de tiempo que los chicos pasan con sus amigos ha ido disminuyendo en forma dramática en la última década y coincide con el advenimiento de los teléfonos inteligentes”, dice Marinelli a EL TIEMPO.

Para el experto se trata de un factor negativo que afecta directamente el desarrollo social y conductivo de los niños, especialmente en una etapa en la que la parte frontal del cerebro, donde están las funciones ejecutivas, no se han desarrollado totalmente.

“Otro punto importante es el sueño. Los jóvenes están durmiendo menos de lo que necesitan y el comienzo del uso de los teléfonos móviles está relacionado con un incremento considerable de la proporción de jóvenes que duerme menos de siete horas cada noche”, explica Marinelli, recordando que son cifras de estudiantes en Estados Unidos.

En el libro de Haidt –expone Marinelli– se evidencia una correlación en 36 investigaciones que advierten que el uso de redes sociales, la reducción del sueño y la disminución en la salud mental de los niños, niñas y jóvenes genera mayor incidencia de depresión e incrementa los niveles de agresión. 

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