Ese título me llamó la atención, es una publicación del tradicional periódico neoyorkino The New Yok Time, que señala que la digitalización ha alcanzado altos niveles de penetración inclusive en la vida particular de las personas.
Menciona que un jubilado charla todo el día con una gata virtual llamada Sox que es un aparato, que proviene de una empresa emergente llamada Care.Coach. Sabe que la operan trabajadores que están viendo, escuchando y tecleando las respuestas de Sox, que suenan lentas y robóticas. Ese tipo de programas están proliferando, y no solo para los adultos mayores.
La tecnología avanza sin barreras volviendo una especie de “esclavo cibernético” al ser humano, que cada vez es más solitario, introvertido, viviendo su propio mundo. Hoy, los padres obligan a sus hijos a salir a jugar a los parques, para que dejen las pantallas y socialicen con otros niños.
El artículo escrito por Nellie Bowles el 2019 señala que “todo esto ha llevado a una nueva y curiosa realidad: el contacto humano se está volviendo un bien lujoso”.
Milton Pedraza, director ejecutivo del Luxury Institute, puntea que, de acuerdo con la investigación, los ricos prefieren los viajes y comidas y gastar su dinero en todo lo que sea humano. “Estamos viendo que la interacción humana se está volviendo un lujo”, comentó Pedraza.
Ahora la educación o los sitios de atención a la salud, todos están comenzando a ver cómo pueden hacer humanas las experiencias”, dijo Pedraza. “Lo humano es muy importante en este momento, la interacción humana se está volviendo un lujo”.
Este nuevo panorama, vuelve a poner en la complejidad la actual situación de la educación en Bolivia. ¿Seguimos apuntando a la digitalización con estudiantes en cualquier ambiente o fomentamos aún más la educación tradicional, profesor y alumnos en aula?
Es imposible negar que la educación digital está aquí, entre nosotros y, que durante esta pandemia mundial ha permitido el reencuentro de estudiantes y profesores a través del uso de la tecnología digital.
Sin embargo, el modelo educativo donde el profesor imparte clases a sus alumnos, en un mismo tiempo y lugar, sigue siendo el preferido de los estudiantes, de acuerdo a una consulta realizada a estudiantes de la materia Producción de Radio de la Universidad NUR,la gran mayoría de los estudiantes prefiere el aula para pasar clases, lo que me hace considerar que esa tendencia se daría si se hace un estudio a nivel de universidades en Santa Cruz (pero eso es otro tema).
Los estudiantes señalan que la educación “cara a cara”, es un estímulo muy grande en el proceso enseñanza aprendizaje porque existe un vínculo de respeto, admiración y valoración de los alumnos hacía el docente y viceversa. Dicho de otro modo, el trato humano, la relación interpersonal son valores que difícilmente la tecnología podrá asumir.
Visto de esta manera, el profesor, maestro o docente, seguirá dominando los procesos sistemáticos de enseñanza – aprendizaje y continuará siendo el estandarte del modelo educativo que ha perdurado más tiempo en la historia del hombre.
MS.c Hugo Salvatierra Rivero – Periodista y docente universitario