Vivian Polanía, la jueza colombiana que derrocha sensualidad en Instagram
Vivian Polanía es una togada que trabaja en Cúcuta y tumba los estereotipos de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley con martillo en mano.
Un cuerpo ‘fit’ adornado por 35 tatuajes y fotos muy subidas de tono en su cuenta de Instagram, que aclara es “por diversión”, son los elementos que diferencian a esta abogada bogotana especialista en derecho constitucional, que actualmente se desempeña como jueza primera penal municipal con funciones de control de garantías ambulante de Cúcuta.
En la red social se define como una “crossfit girl”, “box girl” y “bunny” (coneja), términos a los que les hace honor en cada una de sus publicaciones, en donde exhibe el resultado de su disciplina el gimnasio con pequeños atuendos y atrevida ropa interior.
Sin embargo, como resalta La Opinión de Cúcuta, su estilo de vida no le impide tomar decisiones ajustadas a la ley y “mandar a peligrosos criminales o delincuentes a la cárcel” cuando así debe hacerlo, pues es una profesional que sabe separar su vida personal de la profesional y por estos días es, además, candidata a magíster en derecho con énfasis en derechos humanos.
Trayectoria en la justicia colombiana
Vivian Polanía comenzó su vida laboral como auxiliar del magistrado Carlos Héctor Tamayo en el la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, según información de Semana. Luego, trabajó en el juzgado 24 penal municipal, también en la capital del país, en donde ascendió a secretaria general.
Después de un tiempo de laborar en la Sala Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura, en Bogotá, Vivian se fue a vivir a Cúcuta, en donde le ofrecieron ser jueza de conocimiento, cargo que aceptó, y luego le dio las oportunidades que la tienen hoy donde está.
El impacto de su cuerpo en los pasillos de sus trabajo
Su llegada a la capital del Norte de Santander, sin embargo, no fue color de rosa, especialmente por su forma de vestir:
“Hay muchas mujeres que piensan que yo ando buscando quitarles los novios o esposos, pero no, quiero dejar muy en claro que si me visto como me visto es porque me gusta y como nadie me mantiene, compró lo que a mí me gusta. No es como dicen que yo soy bendecida y afortunada, solo vivo de mi sueldo”, le dijo a La Opinión, sobre su primer trabajo en la ciudad fronteriza.
La situación no ha sido muy diferente ahora en el Palacio de Justicia de Cúcuta, en donde desempeña sus labores actuales, y a donde llegó mucho más tonificada y comprometida con su ejercicio y su segunda comunidad en Instagram, que suma más de 50 mil seguidores, pues la primera se la denunciaron los envidiosos y la perdió.
“En Instagram lo que hago es mostrar eso [sus ejercicios y resultados de crossfit], pero cuando la gente comenzó a ver mi Instagram, explotó y gané muchísimos seguidores. Solo quiero decirles que yo no estoy buscando marido, mi personalidad es descomplicada y siempre me visto así […] si me vienen a preguntar por algún proceso, no le voy a decir nada, porque soy absolutamente cerrada con mis procesos”, puntualizó sobre su vida personal y su trabajo. Por: Pulso