Este escueto mensaje, en el que Quintero se muestra como un racional hombre que ha escuchado la voz de los empleados de EPM y al gremio empresarial, es cierto, pero le falta la otra mitad de la historia, sobre cómo fue que el alcalde, al fin escuchó esas voces de clamor.
Todo comenzó muy temprano en la mañana del jueves, sobre las seis, cuando desde Palacio de Nariño, llamaron al alcalde y al gerente de EPM, con una citación urgente para sostener una reunión en Bogotá. De inmediato, se coordinaron las acciones para que un avión fuera destinado para ese viaje, antes de las once. Las fuentes dicen que les fue prestado una avión de la policía que los llevó hasta Catam.
Al filo del medio día se produjo la reunión con el presidente Iván Duque, quien llamó la atención por lo complicado que se ha vuelto el tema de la conformación de las juntas directivas de EPM y de Ruta N. El llamado del presidente, se da no solo por lo demorado del tema, sino porque uno de sus consejeros presidenciales que iba a ser destinado para asumir una de las posiciones, también le declinó, pero al presidente, diciéndole que no estaba dispuesto a ocupar el sitio.
Las fuentes hablan del Consejero Presidencial para la Gestión y el Cumplimiento, Luis Emilio Posada y su negativa. Su nombre venía sonando desde Bogotá con fuentes del mismo Palacio de Nariño, pero extrañamente, no se oficializaba su nombre a medida que pasaron los días. Al respecto, se dice que el Consejero habría recibido una llamada de su prima, la excandidata presidencial por el partido conservador, Noemí Sanin, quien le habría recomendado no aceptar. A este episodio, se suma que Luis Fernando Mejía, luego de haberse incluido entre los nombres de la nueva junta de EPM, no había oficializado su aceptación y para esta mañana, era mas segura su negativa que su aceptación, algo que preocupó aun más al presidente Duque.
Fue entonces cuando ocurrió la llamada y la reacción de viajar de urgencia a Bogotá. Allí, el presidente Duque analizó con Quintero y con Rendón, la situación y llamó al orden. Le sugirió a Quintero que ya buscara las vías para recomponer las relaciones con el empresariado antioqueño y le recordó que este episodio trascendía lo político y afectaba no solo las finanzas de EPM y la Ciudad, sino que ponía en riesgo el desarrollo en momentos, cuando más unión debe existir entre Empresa-Estado por cuenta de la reactivación económica y los planes que se vienen.
https://www.facebook.com/548043377/videos/10160249806863378/?extid=woscHHsZIly4DkSt
Pero no solo se examinó este tema y se fue más allá. Se recordó que el presidente confió en Medellín para apoyar el plan de hacer de esta ciudad, el Centro de la Cuarta Revolución, un compromiso internacional que depende, en gran medida, de los recursos que la empresa privada pueda aportar y de que Ruta N, esté en pleno funcionamiento y sin dudas, para ser protagonista en este proceso. Las fuentes cuentan que Duque dijo que no quería quedar mal con los compromisos.
Finalmente, entre líneas, el presidente le hizo entender a Quintero, que en su escritorio y tenía los proyectos para el desembolso de recursos de la nación para proyectos que él mismo alcalde viene impulsando como el tranvía de la 80 y la segunda línea del Metro; proyectos que podrían verse truncados o retrasados si la situación de Medellín no mejoraba con el empresariado.
Si bien, la reunión fue cordial y muy respetuosa, el presidente fue enfático sin meterse en líos de ordenar nada. Solo le dio los argumentos y lo dejó libre para pensar en una manera de recomponer las relaciones con la sociedad civil y el empresariado antioqueño. Luego ya se conoció al final de esta tarde, el mensaje de Twitter, que parece ser el primero de varios que publicará el alcalde, tratando de suavizar el conflicto y mostrándose más flexible.
Así que no es de extrañar el porqué del cambio de actitud. Algunos dirán que le jalaron las orejas al alcalde, pero en realidad, fue una conversación de argumentos y análisis por el bienestar de la ciudad y de EPM.
ÑAPA: recordemos el confidencial del lunes anterior, en el que ya hablábamos de la preocupación desde Palacio y la comisión de observación de la Súperservicios activada por el presidente ya preocupado y que se reunió el fin de semana con Quintero. En ese confidencial dijimos:
“COMISIÓN DE OBSERVACIÓN DE SUPERSEVICIOS EN MEDELLÍNFinalmente, el fin de semana, quedará registrado como uno de los más movidos en las altas esferas de la administración municipal, que se complementa con la Comisión de Observación que se hizo presente en la ciudad, a nombre de la Superintendencia de Servicios Públicos.
Según trascendió, el alcalde tuvo una reunión con algunos de los miembros de esta entidad de control y vigilancia de carácter nacional, en la que en buenos términos, se cumplió con solo el mensaje de que la Superintendencia, está solo documentando lo que está ocurriendo, más para ayudar que para intervenir.
Al parecer, la comisión salió tranquila con la información de que para mañana martes, ya se tendrá una Junta Directiva para ser anunciada. No obstante, también quedó claro de que una de las funciones de la Superintendencia es intervenir y actuar, si las cosas se salen de control y que en caso que no se ofrezcan las garantías de recomposición del Gobierno Corporativo, harán uso de las facultades legales que les confieren las normas.”
Por: ifmnoticias