Por William Calderón Zuluaga – La Barca de Calderón
Es un hecho público y notorio que la democracia colombiana, la división de los poderes, el sistema de pesos y contrapesos está seriamente herido por la poca respetabilidad que acompaña a los partidos políticos y por la casi nula independencia del legislativo que se ha vuelto un apéndice del gobierno de turno.
El régimen de las complicidades al que se refirió hace más de 30 años, el inmolado estadista Álvaro Gómez Hurtado, está en su apogeo. Se juntaron para saquear el erario público congresistas, gobierno, sindicatos y algunos empresarios, quienes volvieron los partidos políticos sociedades de tramposos, cuyo objeto social es la explotación y usufructo del presupuesto nacional para su provecho, mediante contratos de obra pública, compra de bienes y prestación de servicios de nadie y para nadie. Mucho mejor si tienen el ropaje de “urgencia manifiesta”, saltándose todos los requisitos de la contratación pública para que las tajadas de la torta sean verdaderamente suculentas. Ya no importa el pueblo que dicen representar y a quien tienen el deber de respetar y beneficiar, ni los pobres que no tienen agua, comida, salud ni medios de transporte. Solo interesa el bolsillo de quienes, con el dinero de todos, se hacen elegir, reelegir y volverse a elegir, comprando votos por lotes, valiéndose de mochileros que se desplazan entre los diversos departamentos y territorios de la república. ¡Quienes así actúan, hoy incontables, solo nos producen un incoercible asco moral!
El talante conservador de hoy
El otrora glorioso partido conservador colombiano, próximo a cumplir 175 años de fundado y en el presente tristemente “gobernado por mentes equidistantes, sin fe ni amor en el ideal”, según las palabras de Laureano Gómez. Porque sin la comparsa que encabezan Ape Cuello, Wadith Manzur, Nicolás Barguil, Loreto Gómez, Ingrid Marlen Sogamoso, Jorge Quevedo, Ciro Rodríguez y Gerardo Yepes, no se hubiera aprobado en la Cámara de Representantes la malhadada reforma a la salud, ni el esperpento de la reforma pensional. La estrategia fue elemental: haciéndole quorum al petrismo o votando a su favor en la comisión VII, se ha convertido en un auténtico caballo de Troya.
Y les dieron el Ministerio del Deporte. Les designaron viceministros, secretario general en la empresa en liquidación Ferrocarriles Nacionales de Colombia, y el hijo de una representante a la cámara de Nariño es viceministro del transporte. Encabezados por Manzur y Cuello, fueron en grupo a la Casa de Nariño a ofrecerle sus servicios al megalómano y mentiroso que hoy conduce la república por el despeñadero. Sin embargo, pareciera que la obsecuencia rastrera de Wadith Manzur, certificada con quince entradas a Palacio, no tuviera límites. Es el presidente de la comisión de acusación de la cámara en donde se adelanta el juicio político al primer mandatario, consagrado en el artículo 109 de la Constitución. Se va a hacer nombrar presidente de la comisión IV para influir en la decisión de ampliar el cupo de crédito del gobierno del desorden, la anarquía y la inoperancia.
Y el yo no fui
Olmedo López dijo que Manzur se vendió. La presunción de inocencia lo acompaña y sobre ese principio muestra cara de yo no fui y lo niega todo.
Comité de ética
La veedora del partido conservador, María Eugenia Correa y su comité de ética debería actuar ya contra estos personajes y contra los senadores Carlos Trujillo, Diela Benavides y Miguel Barreto, petristas a morir. ¿Será que se puede ser al mismo tiempo conservador y defensor de los principios del humanismo cristiano, las libertades individuales, la libertad de empresa, la propiedad privada y también socialistas y estatistas, con todo lo que este alineamiento conlleva? ¿Traicionar los valores y el talante conservador no merece una investigación?
La época de los mensajes
La política y sus métodos de hacerla ha cambiado doctor Cepeda Saravia. La comunicación ahora es horizontal, nada queda oculto bajo el sol, prevalecen los mensajes y las imágenes en las redes sociales. Lo que hoy se recibe de algunos ‘líderes’ conservadores es podredumbre y robos a costa de los más débiles. Pregúnteles a sus amigos de la costa qué se hicieron las platas de las ollas comunitarias de Uribia y el sobrecosto del precio de los carrotanques inservibles de la UNGRD para la Guajira.
Ya está hecho el daño…
Gustavo Petro y su pandilla le han hecho un daño manifiesto y estructural al progreso de Colombia. El cambio ha sido para atrás. Ecopetrol en manos de su amiguete Ricardo Roa, vale patrimonialmente menos que lo que su EBITDA registraba en el 2022. Las acciones en la bolsa de Nueva York han perdido valor y hoy, sin que se perturben, se vaticina que en siete años nos habremos gastado las reservas de petróleo y gas que hoy dejamos de explorar. El mercado está alerta y en cuanto a los TES se ha recomendado salir rápidamente de ellos para que los inversores se trasladen al riesgo Brasil.
Ninguna actividad económica registra cifras halagadoras, salvo las del gasto público y las del entretenimiento. Por tanto, el recaudo en el impuesto de renta ha bajado sustancialmente. Se hizo mal el presupuesto nacional y llevando cinco meses del presente año, ya se observa un déficit de 34 billones, incluidos los de arbitramentos y litigios que no le ha reportado a la hacienda pública prácticamente nada. Se quedaron sin caja Petro y Bonilla. Y si así no hay con qué, ¿de dónde saldrán los 40 billones, para poner a funcionar, si es que pasa, la reforma educativa? ¿O de dónde saldrá el dinero para la pensional? Es de advertir que el impacto fiscal de cambios que se realicen en cualquier actividad del Estado, debe aparecer en la exposición de motivos de cada proyecto de ley vinculado al marco fiscal de mediano plazo, lo cual no acontece con los que se tramitan actualmente en el congreso.
De malas… como diría la inefable Francia
Petro e Iván Velázquez han desarmado al ejército de Colombia, lo desmoralizaron, le quitaron su capacidad de prevención de ataques de grupos cocaleros armados que se hacen pasar por conglomerados guerrilleros. Los cinco batallones de inteligencia militar se desactivaron, los helicópteros están en tierra y hoy solo poseemos dos aviones Kfir para la defensa del espacio aéreo nacional.
Están deteriorando el sistema de salud de Colombia que era uno de los mejores del mundo para que, estatizado, pasemos todos por las angustias que hoy padecen los afiliados a Fecode que deambulan de un lado para otro buscando quién los atienda y quién les entregue los medicamentos.
Además, nunca antes en la historia del país, se había registrado tanta corrupción y coincidentemente, siempre aparece mencionado como un presunto determinador, Luis Fernando Velasco, el del menudeo congresional y el de la idea de entregarle la confección de los pasaportes a la Imprenta Nacional para que consiguiera un socio mexicano, la empresa Accesos Holográficos.
Dizque ad portas del acuerdo nacional del ELN, Vera Grave anuncia que va a cambiar los planes de desarrollo del país, los planes de vida, el régimen político y económico, la propiedad y la tenencia de la tierra, la democracia popular. Veinticinco reuniones con 7.700 personas nos declararán muy seguramente un país socialista. ¡Que Dios nos coja confesados!