En DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES, compartimos la DECLARACIÓN DE LA RED IBEROAMERICANA DE MUNICIPIOS POR LA IGUALDAD DE GÉNERO. No cesaremos en el esfuerzo de unir las voces de los territorios de Iberoamérica, aportando experiencias, saberes y conocimientos que las mujeres desarrollan y que son parte de la dinámica local para salir adelante y para visibilizar la riqueza de la diversidad.
MANIFIESTO DE LA RED IBEROAMERICANA DE MUNICIPIOS POR LA IGUALDAD DE GÉNERO RIMIG CON MOTIVO DEL 8 DE MARZO,
DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES
La dimensión de la pandemia con la que convivimos desde 2020 y que nos ha golpeado en lo sanitario, social y económico, nos ha enfrentado a la triste realidad de constatar que la desigualdad, la violencia de genero y los roles y estereotipos están vivos y dolorosamente presentes en todos los territorios de Iberoamérica.
El Covid-19 ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas arraigadas y desproporcionadas que vienen arrastradas históricamente en el ámbito de los cuidados y que aún soportan sin el suficiente reconocimiento social y económico.
Las desigualdades son palpables en lo local y en lo territorial tienen rostro de mujer, nombres y apellidos de ciudadanas olvidadas, postergadas, invisibilizadas y golpeadas doblemente por esta crisis que ha venido a recrudecer los males endémicos de nuestras sociedades que relegan a las mujeres a un segundo plano.
Por todo ello, es necesario conocer el impacto de género que se puede estar produciendo en el presente y sus consecuencias inmediatas y futuras. Es fundamental prestar atención a las diferentes formas en que puede afectar a hombres y mujeres en múltiples aspectos. Ignorar este impacto agravaría la desigualdad que lejos de resolverse podrían agravarse.
Por otro lado, uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI es potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres. Los aspectos relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad han tenido y seguirán teniendo consecuencias graves y duraderas en nuestro desarrollo social, económico y medioambiental. Las personas más vulnerables y marginadas son quienes sufren sus efectos más nefastos. Cada vez es más evidente que las mujeres son más vulnerables al impacto del cambio climático que los hombres, ya que constituyen la mayoría de la población pobre del mundo y son más dependientes de los recursos naturales que están bajo la amenaza del cambio climático.
Es imprescindible reconocer la contribución de las mujeres y las niñas urbanas y rurales de todo el mundo, que están liderando los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático para construir un futuro más sostenible para todas las personas. Es por eso que desde ONU Mujeres se ha elegido para este 2022 el tema Igualdad de género hoy para un mañana sostenible.
Al mismo tiempo, las mujeres y las niñas son líderes eficaces y poderosas que impulsan el cambio para lograr la mitigación y la adaptación climáticas.
Nuevamente el ámbito territorial y las estrategias que se impulsen desde los gobiernos locales, tendrán una incidencia significativa para lograr acuerdos y metas que desde lo municipal impliquen cambios significativos a nivel global …
Solo estrategias locales permitirán el avance igualitario de mujeres y hombres, por lo que resulta más impoirtante que nunca el trabajo que en RED se desarrolla desde la Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género de la Unión Iberoamericana de Municipalistas.
Se requiere el esfuerzo e implicación municipal en iniciativas sostenibles en todo el mundo para lograr el desarrollo sostenible y para una mayor igualdad de género, es esencial seguir explorando las oportunidades, así como las limitaciones, para permitir que las mujeres y las niñas tengan voz y participen en pie de igualdad en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. Sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible e igualitario seguirá estando fuera de nuestro alcance.
Lamentablemente, también sabemos que la violencia machista y discriminatoria contra las mujeres, en sus múltiples formas, sigue incidiendo día tras día y mostrando diferentes aristas, causando dolor, exclusión y pobreza. Es necesario seguir explorando y construyendo instrumentos sociales que sirvan para eliminar esta lacra humana y social.
A veces esta violencia se denuncia pero otras veces sigue siendo silenciada por diferentes razones, entre las que se cuentan la impunidad, el estigma, la vergüenza y el miedo a las represalias. Estas conclusiones, de reiteradas violaciones de los derechos, y la renuencia a atreverse a nombrarlas, son fuertes señales que marcan la necesidad de continuar actuando por resolver este gravísimo problema social,que afecta a la salud física y mental de las mujeres y niñas en su diversidad.
No podemos olvidar que el progreso hacia la igualdad de género entre mujeres y hombres no es estable, no lo ha sido nunca, hay hechos históricos que lo han demostrado en diferentes momentos. Son necesarias todas las alertas para que logros conquistados con mucho esfuerzo y sacrificio durante años no retrocedan o se pierdan. La desigualdad generalizada, la emergencia climática, las brechas de pobreza, la pervivencia de conflictos armados, los complejos movimientos migratorios, la trata de personas y el auge de políticas excluyentes pueden ser una amenaza gravísima para progreso hacia un futuro plenamente igualitario.
Es imprescindible continuar la lucha por los derechos de las mujeres y aprovechar plenamente el potencial de su liderazgo en espacios de toma de decisiones, así como en la preparación y respuesta ante todas las crisis globales (sanitarias, climáticas, conflictos armados, económicas, etc.) que envuelven nuestras vidas, se deben integrar las perspectivas de las mujeres y las niñas en toda su diversidad, tanto en la formulación como en la aplicación de políticas públicas, planes y programas, en todas las esferas y en todas las etapas de la respuesta y también ante el objetivo de recuperación total de la pandemia.
Desde la RED RIMIG consideramos importante así mismo poner sobre la mesa temas que afectan a algunas de nuestras naciones como la situación de mujeres desaparecidas en El Salvador y las mujeres maltratadas por diferentes conflictos bélicos en la región que afectan el desarrollo y las oportunidades de progreso de las mujeres y niñas.
En 2022 la conmemoración del 8 de marzo el mundo y sus gobernates deben reconocer que nosotras las mujeres somos dadoras de vida y transformadoras de la sociedad, por lo tanto la Comunidad Internacional y los organismos de apoyo al desarrollo deben continuar enfocados en el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030, con su objetivo de revertir todos los obstáculos persistentes y seguir en el empuje de que es necesario continuar trabajando por una igualdad real y efectiva justa con las mujeres en beneficio de todas las personas.
Por todo ello, se acuerda:
PRIMERO. Conmemoramos el día 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres para reforzar el principio de igualdad entre hombres y mujeres, sumándonos al lema de la ONU tema Igualdad de género hoy para un mañana sostenible.
SEGUNDO. Nos compromemos como organización a incidir e impulsar políticas de igualdad de carácter tanto específico como transversal para el desarrollo de los derechos y libertades de las niñas y las mujeres.
TERCERO. Pedimos a los gobiernos, en sus diferentes ámbitos institucionales, la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la dignificación del trabajo en el hogar y los cuidados.
CUARTO. Alentamos al resto de instituciones y organizaciones a seguir trabajando por la igualdad y a avanzar en el desarrollo de las políticas por la igualdad de oportunidades y contra la violencia machista y de género. Manifestamos la importancia de los pactos de Estado y acuerdos globales contra la violencia de género, y la dotación y continuidad presupuestaria para garantizar su aplicación en Iberoamérica y el mundo.
QUINTO. Reivindicamos la necesidad de asegurar recursos suficientes para llevar a cabo las competencias en materia de igualdad y asegurar la implementación de todas las iniciativas necesarias para garantizar la igualdad efectiva de las personas.
SEXTO. Nos proponemos promover una cultura de valoración y respeto al aporte de las mujeres productoras del campo, que permita mejorar sus condiciones de vida, permanencia en zonas rurales y un ambiente de reciprocidad urbano-rural.
SÉPTIMO. No cesaremos en el esfuerzo de unir las voces de los territorios de Iberoamérica, aportando experiencias, saberes y conocimientos que las mujeres desarrollan y que son parte de la dinámica local para salir adelante y para visibilizar la riqueza de la diversidad de las mujeres.