Esa fue la principal conclusión de la reunión que se dio este jueves en Cartagena entre los negociadores de paz de Gustavo Petro, el expresidente Juan Manuel Santos y la comunidad internacional.
El encuentro se realizó en una sede de la Cancillería en Cartagena, conocida como la Casa Marqués de Valdehoyos.
Tras seis horas de reunión terminó este jueves en Cartagena la cumbre de paz que convocó el canciller Álvaro Leyva y a la que invitó al expresidente Juan Manuel Santos y a los negociadores de paz ambos gobiernos y comunidad internacional. El encuentro tenía como objetivo limar las asperezas y duras críticas por parte de algunos miembros del equipo negociador de Santos -e incluso del mismo expresidente- sobre su compromiso con el Acuerdo de Paz de 2016 y la forma de adelantar de la política de Paz Total.
Foto de referencia de un guerrillero del Frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional en el Chocó. / AFP PHOTO / LUIS ROBAYO
La principal conclusión de la reunión es que volverá la figura de Alta Consejería para implementar el Acuerdo de Paz, un anuncio que ya había adelantado el presidente Petro el miércoles desde Mesetas, Meta. “Vamos a separar las tareas porque nos estamos colapsando. Hay unas tareas para construir la paz de ahora en adelante con los grupos que aún subsisten, y hay que tener una tareas para implementar la paz ya hecha. Son dos tareas diferentes, por tanto habrá que separar funciones. Vamos a poner a una persona encargada en lo segundo, que es la implementación de todo el Acuerdo de Paz con las Farc”, dijo Petro. Con esta decisión, el Gobierno quiere elevar el perfil del cargo y poner una persona de gran peso político.
El regreso de esta figura era una de las mayores peticiones del partido Comunes tras la eliminación de esa consejería a principios de este año y la creación de la Unidad de Implementación, a cargo de Gloria Cuartas y bajo la sombra de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Según los firmantes, el cambio significó la pérdida de autonomía y de decisión frente a las necesidades del Acuerdo de La Habana.
La reunión concluyó con la lectura de un comunicado por parte del Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, en el que dijo que se trató de un “intercambio de experiencias de paz” y que el acuerdo sustancial es que la “implementación del Acuerdo de Paz es esencial e inaplazable”.
Y agregó: “En el encuentro de hoy, que preparamos desde hace varias semanas, conversamos sobre experiencias recientes de diálogo, negociación e implementación, con miras a enriquecer el planteamiento y los alcances de la actual política de Paz Total”.
Según el Alto Comisionado para la Paz, también se “redoblaron esfuerzos para eliminar las trabas y realizar la reingeniería institucional necesaria para el cumplimiento de los compromisos de los acuerdos que en el pasado han conducido a la reincorporación de miles de colombianos a la vida civil”.
Petro no asistió el encuentro tras cancelar este jueves sus viajes y ordenar el uso de todos los aviones de la FAC “incluido el avión presidencial” para transportar a los usuarios afectados por la suspensión de operación de las aerolíneas Viva Air y Ultrair. Su ausencia causó molestias en las huestes del presidente Santos y frenó la concreción de un acuerdo político de mayor alcance en esa cumbre.
La cumbre contó con la presencia del canciller Álvaro Leyva; el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, así como los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro, el embajador de Colombia en Cuba, José Noé Ríos, y Nigeria Rentería, quienes hace parte del actual equipo negociador con el ELN.
Al encuentro también estaban convocados los miembros del último secretariado de la exguerrilla de las FARC, que firmaron el Acuerdo de La Habana. como Rodrigo Londoño y Pastor Alape, quienes también han sido críticos de la implementación. El reclamo más fuerte vino hace un par de semanas cuando se conoció que el espacio territorial Mariana Páez en Mesetas, Meta, había sido blanco de amenazas por parte de las disidencias del Estado Mayor Central, grupo armado con el que Petro está también negociando.
La antesala a esta cumbre de paz fue la reunión que el presidente Petro tuvo el jueves con varios firmantes de paz, de Comunes y su gabinete justamente en ese espacio territorial, donde logró un acuerdo de permanencia por tres meses con los excombatientes mientras se encuentra un nuevo predio para que puedan trasladarse.
La reunión tuvo dos paneles, uno titulado Acuerdo de Paz de 2016 y Paz Total, que pretende hacer coherente la implementación de lo acordado en La Habana con la política de este gobierno; y otro denominado Lecciones aprendidas para la paz total, será un diálogo abierto que tendrá la moderación de la directora del Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ, por sus siglas en inglés), María Camila Moreno y Martha Maya por el Instituto para las Transiciones Integrales (IFIT, por sus siglas en inglés).
Petro y Santos se habían reunido el pasado 22 de marzo en la Casa de Nariño de cara a su política de “paz total” y a los compromisos del Estado colombiano tras la firma del Acuerdo de Paz de 2016 con la extinta guerrilla de las Farc. El encuentro duró poco más de dos horas. Luego, ese mismo día, el mandatario se reunió por alrededor de hora y media con Rodrigo Londoño, antiguo comandante de las Farc y ahora presidente del partido Comunes.